La próxima semana, el pequeño de la casa se estrena «en el cole», y estoy segura de que ese día, cuando los dos lloremos como magdalenas (estoy segura de que así será), me arrepentiré de lo que a continuación escribo, aunque enseguida volveré a estar de acuerdo conmigo misma.
Vale, corrijo: escuela infantil. Oficialmente se llama así y, además, guardería tiene muchas connotaciones negativas, pero aún es la forma más conocida de llamarla.
Aunque para nosotros siempre será «el cole de pequeños».
Sí, lo confieso, soy una de esas madres que, «sin necesitarlo», ha llevado, y lleva, a sus hijos a la «guarde».
Digo «sin necesitarlo» porque tenemos 4 abuelos dispuestos a cuidar de ellos a menos de 200 metros de casa.
Así lo han hecho hasta que los peques han cumplido el año (año y medio Emma) pero, llegado Septiembre, toca empezar el cole.
Yo, cabezota y de ideas fijas como soy, no me convencía la idea de los abuelos, así que pregunté a una experta, Mama Om, que me dio todos los motivos para no tener miedo: hasta los tres años los niños no juegan entre ellos, y nunca, nunca, nunca, un bebé estará excesivamente mimado.
Además, como dice mi padre ¿quién va a cuidar mejor de tus hijos que sus abuelos?
Entonces ¿por qué lo he hecho?
Aquí tenéis tres motivos oficiales por lo que he decidido que así sea:
#1. Ambiente adaptado
Siempre tendrán espacios adaptados a sus necesidades. Puede que invirtamos en nuestras casas para crear espacios libres de peligros. Pero no siempre podemos evitarlo.
En una escuela infantil, todo está pensado para su seguridad, para su motivación, para su desarrollo.
Imagina que si en tu casa es difícil ¿cómo pretender entonces que también lo tengan los abuelos?
#2. Socialización
Que sí, que hasta los 2-3 años los niños no empieza a jugar entre ellos. Pero, para mi gusto, siempre estarán mejor rodeados de niños, jugando o no, descubriendo que hay más personitas como ellos con las que aprenderán a convivir.
#3. Rutina
¡Y bendita rutina! Esta palabra sí que tiene connotaciones negativas y, sin embargo, es la que logra darnos seguridad en nuestro día a día.
En «el cole de mayores» los niños aprenden a ser responsables. Tienen que ir al cole. Allí jugarán, aprenderán, se divertirán, incluso llorarán y se aburrirán. Cada día harán cosas diferentes, existe un plan pedagógico perfectamente diseñado para ellos.
Pero eso lo harán, dentro de la rutina diaria de ir al cole.
¿Tres motivos «extra oficiales»?
#1. Desde el momento en que no soy yo quien cuide de ellos durante todo el día, sueño con que la persona que ocupe ese lugar lo haga de un modo «perfecto»: juegos, paseos, aprendizaje, afecto, disciplina, naturaleza… yo que sé… un millón de cosas que imagina mi cabeza. Absurdas, sin duda, porque luego yo tampoco las hago pero… soy muy capaz de molestarme por cosas absurdas, me conozco.
#2. Los abuelos nunca se quejan. No importa que un día les venga un poco o un mucho peor. Ellos se callan y se apañan. Así que, a parte de hacerme pensar que yo me quejo demasiado, no me parece justo. ¡Ellos también deben tener su vida!
#3. El plan de reparto por semanas nunca me gustó. Una semana en cada casa es un descontrol.
Pero desde luego, a pesar de mis quejas ¡gracias abuelos!
Emma acaba de terminar esta etapa y estoy encantada de haber tomado la decisión de llevarla, no hay un sólo motivo que me haga dudar así que…
¡Segunda manzana en camino!
Y recuerden, para protestas, reclamaciones o quejas, o es un abuelo que se siente aludido, llamen al #555 o déjenos sus comentarios 😉
Yo aún en paro, por un lado es una suerte! Cuando trabaje o la dejo en la «guarde» o me pasa como a ti, tengo que repartirla y no me gusta nada! Que le vaya bien a martín sus primeros días!!
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Ay, gracias Patricia por comprenderme!! Explicar lo de por qué no me gusta el reparto no es tan fácil como parece 😘
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Yo es que creo que cada abuelo tendrá su forma de hacer las cosas y de «educar» y una semana en cada casa… Me parece un lío!
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No es cierto que hasta los tres años no jueguen entre ellos! Vamos, Rafa lleva más de un año jugando con Alfonso y aún no ha cumplido los tres! Y cuando digo todo el día es que llevan este verano sin despegarse y jugando a circuitos con coches, a la pelota… Yo soy de las que cree que, cuando son pequeños, es mejor que estén con alguien familiar…pero en mi caso, a los dos años, les llevé a la guarde (las dos veces porque nacía otro) y creo que hasta les viene bien socializar y compartir.
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Sin duda Carmen. Por aquí también vemos como su instinto es jugar entre ellos. Todo el día en la medida en que se apañan, porque suele acabar siendo Martín siguiendo a Emma allá donde vaya ☺️
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al final cada uno toma la decisión que mejor cree… yo no opino como tú pero me parecen muy buenos argumentos los que explicas en el post! un abrazo
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¡Gracias Silvia!
Por supuesto, no pretendo convencer a nadie.
De hecho, doy por supuesto que mi opción no es la convencional. Sólo expongo los motivos que consideré en su día, y sigo contenta con el resultado.
Un beso
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