«Ahora soy…»: Las cinco nuevas personalidades de Emma

Que los niños tienen mucha imaginación es algo que ya había oído antes.

Lo que no tenía tan claro., es lo difícil que puede resultar seguir su juego y conseguir formar parte de sus historias.

En casa, desde no hace mucho tiempo, la vida de Emma se desarrolla en diferentes ambientes, según el personaje que se le cruce por la mente en ese momento. Hay muchas historias pero, por regla general, estos son los 5 nuevos papeles que interpretamos a la más mínima ocasión:

Emma Pig

Os la enseñaba hace unos días por Instagram. Emma vive obsesionada con Peppa Pig. Sé que les pasa a la mayoría de los niños de su edad pero, en el caso de Emma, es tan increíble que sus palabras son una repetición perfecta de los diálogos de la serie. En su mente revive cada una de las situaciones en la que se encuentran los personajes. Y así, de vez en cuando, me encuentro convertida en Mamá Pig,o Suzy Sheep, o Zoe Zebra, o Madame Gazelle, según se tercie.

Igual suena raro pero, a estas alturas, no sé si quiero que Peppa se desintegre o prefiero darle un las gracias por la cantidad de vocabulario, expresiones y «vivencias» que le está enseñando.

Mi mamá

Aquí yo dejo de ser quien soy y me convierto en su HIJITA:

«Hijita, ven con tu mami», «Hijita, tienes que obedecerme», «Hijita, castigada sin teléfono», «Hijita a comer», «Hijita a cenar», «Hijita…»

Es una forma curiosa de descubrir cómo me ve ella en realidad. ¿Será que me repito mucho? Hay un momento bueno en el que me dice «tu mami te va a dar muchos besos y abrazos». Pero también hay otros en los que saca su «gran jeta» y me suelta, después de haber puesto patas arriba la habitación sacando todos los juguetes, «Ahora tu eres mi hijita y tienes que recoger».

Y lo mejor de todo es que, en esta personalidad, su padre se convierte en «cari».

La tata Rocío

Entonces nos trasladamos mentalmente a Nájera, ella se convierte en su tía, y a mi, según el día, me toca hacer de tío Moi, o volverme un bebé y hacer de Lidia.

Nos toca hacer la compra, acostar al bebé, preparar biberones, o recorrer la casa de arriba a abajo, imaginando que vamos por las diferentes zonas de su casa.

Eso sí, he de decir que, el verdadero especialista en esta transformación es su abuelo, con quien hace una estupenda pareja. A él le marea con esta personalidad más que a mi.

¡Ah! Y casi todas las tardes viajan a Salou.

La señorita Laura

Entonces nos trasladamos a la guarde y ella se convierte en su profesora. A mi, según el día, me toca ser Emma o alguna de sus amigas de clase.

Cuando Emma es Laura sobre todo practicamos la llegada y la salida del cole. «Hola Emma, buenos días. Venga, dile adiós a tu mamá que se marcha a trabajar», o, si es la hora de irse, me peina, me pone el abrigo, me cuelga la mochila,… «Mira, ¡ya ha llegado tu mamá a recogerte con el coche! ¡Hasta mañana!»

El bebé Emma

Aquí, al menos, yo soy yo, sólo que ahora tengo dos bebés de escasos meses. En este juego comparte papel con Martín. Chupete, brazos, biberón, gugu tata,… «Mamá, mira, tus bebés se van a dormir»… (aunque eso nunca pasa)

Así que, como veis, a esta edad imaginación no les falta. Aunque resulta agotador no saber con qué «Emma» te vas a encontrar a la vuelta de la esquina, y quién tendré que ser yo. Pero es emocionante y divertido.

Y siempre me llevo todos los besos y abrazos.

¡A por el miércoles mis manzanas!

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