Empezamos la semana con frío, mucho frío, pero con muchas ganas también. ¿Sabéis una cosa? ¡Ya tenemos ganadora del Sorteo! En primer lugar, daros las gracias a todos los que os habéis animado a participar, y habéis compartido nuestro sorteo por las redes sociales. Ha sido muy emocionante recibir tantas visitas nuevas.

¡Gracias, gracias y gracias!

Pero, para no quedarme sólo en agradecimientos, así sin más, hoy os traigo unos consejos para vuestra rutina frente al espejo. Si alguna de vosotras también se incluye entre las caóticas de nacimiento, es posible que en vuestro baño haya más de mil millones de cremas. Si sois de las que disfruta en el sección de droguería / perfumería en un supermercado más que un niño con una pelota, y siempre os llama la atención alguna crema, y acabáis comprando cada día una… quizá hayáis tenido alguna vez esta duda:

¿Qué crema me doy primero?

Yo, después de hacerme con toda la colección, tuve que preguntar a mi Creamer. Así que me he hecho este post – it para no olvidarme del orden de las cremas (ojito, siempre sobre la cara bien limpia): Es cierto que no darlas en el mismo orden no es grave, pero es posible que no hagan todo el efecto buscado. Así que, con lo que valen las cremas, mejor si las usamos bien ¿no? Como las que yo uso ya llevan factor de protección solar (FPS) incorporado, no necesito más. Si las vuestras no tienen, lo más recomendable es aplicarlo en primer lugar. Por cierto, aunque estas son las cremas para la cara (o el rostro, que queda más fino), para el cuerpo seguiríamos el mismo criterio: primero tratamientos (reductor / anticelulítico / remodelador…) y, al final, la hidratación. ¿Estáis conformes con este orden? ¿Es el vuestro?