2015: un proyecto de 365 días

Un título poco original ¿verdad?

Hoy estamos aburridos de leer este tipo de cosas en cualquiera de las redes que miremos:

Un nuevo año por delante, lleno de buenos propósitos, 365 oportunidades nuevas,…

¿Y qué vamos a hacer?

Si nos gusta empezar el año haciendo planes, ¿cómo vamos a cambiarlo ahora? Además, que yo sepa, no tiene nada de malo.

Si sirven para que nos esforcemos un poco más en conseguir las cosas que queremos…

Yo lo hago, casi siempre. Y, casi siempre, se quedan como pensamientos guardados en mi cabeza.

De hecho, este año, el primero que tenía en mente era el de DESCONCETAR: Dejar a un lado el mundo online y centrarme en las cosas bonitas que tengo a mi alrededor. Y, sin embargo, es 1 de Enero y mirad dónde estoy.

En mi defensa diré que estoy «trabajando». Que mañana comienzan las REBAJAS y hay cosas que preparar en la web… Además, el resto de la familia está en casa de los abuelos disfrutando de la siesta de principio de año.

Así que, mientras se van actualizando cosas, yo me paso un ratito por mi blog. Además, para qué me voy a engañar, si estar aquí es mi pequeño vicio…

No tengo intención de contaros ahora cada uno de mis objetivos para este año (estoy segura de que ni siquiera os interesan) y además, no son nada originales. Igual, a medida que trabaje en alguno de ellos os lo cuento.

Lo único que me gusta de mis planes es el objetivo que tienen en común:

«Quiero estar orgullosa de que me imiten»

Que me imiten mis hijos, claro. Y es que, si algo estoy aprendiendo de la maternidad, es que para educar, primero hay que actuar. Estos pequeños son monos imitamonos, y por lo tanto, a mi me toca ser la mona del lugar.

¡Y voy a ser la más mona!

¿Cómo voy a pedir a Emma que deje de ver el iPad, si yo no suelto el móvil? O ¿cómo pedirle que recoja los juguetes si yo cada vez soy más desorganizada?…

Ahora es Emma, luego le tocará el turno a Martín,… Tengo que tener claro qué quiero de ellos, y para eso, primero tengo que ser yo la que aprenda a hacerlo

Podéis creerme, va a ser una tarea dura:

¿Por qué no me habré quedado con los clásicos? Mejorar inglés, apuntarme al gimnasio… 

Pues porque esos son propósitos de serie, siempre están y nunca hay tiempo para cumplirlos.

La idea de los propósitos es apuntar alto. Ser conscientes de que pocas veces los cumpliremos totalmente, pero no dejar de esforzarse por conseguirlos.

Y si no, fijáos en los objetivos de Martín. ¿No creéis que va a tener su gran año? Yo estoy segura.

Propósitos de Martín para el 2015, en Emma es una manzana

Y ahora, salid a disfrutar del inicio de un nuevo gran año, que ya me quedo yo trabajando.

¡Feliz 2015!

;0)

3 comentarios sobre “2015: un proyecto de 365 días

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