Parece mentira, aunque no sé si me parece mucho tiempo o poco.
Hoy se cumplen tres meses desde que nos vimos por primera vez. Yo diría que fue un flechazo y, desde entonces, no nos hemos separado.
Tres meses desde que llegó a nuestras vidas, a nuestra Casita de las Manzanas, invadiendo nuestro mundo con su irremediable ternura.
Es un angelito de los que da gusto tener cerca. No te cansas nunca de mirarlo.
Sí, lo sé, a todas las mamás nos pasa lo mismo con nuestros bebés. Y es algo maravilloso.
Vosotros ya lo conocéis, aunque no he llegado a presentároslo oficialmente.
Martín nació el 26 de Agosto, a las 9:55 de la mañana en Logroño, con 3,850Kg y 51cm…
Pero bueno, estos datos que yo nuncá olvidaré, y que a vosotros os interesarán lo justo, quedarán grabados en elPetit Kudu que voy a encargar después de Navidad a la tienda de Anthologie de Papier

Ahora, os voy a contar, cinco detalles curiosos que no conocéis del nuevo miembro de la familia…
No sabe llorar
Vale, claro que sabe, creo que le hemos oído un par de veces… Martín es bueno por naturaleza y, además, cuidadito con mucho cariño, así que a él no le hace falta llorar.
Sonríe con la mirada
¡Qué alegría cuando cogió el chupete por primera vez! Sin embargo… así no se le ve la carita. No importa, Martín es tan alegre que sabe sonreír con la mirada. Cuando te mira sabes que está feliz. Y, por supuesto, también sabe reirse a carcajadas.
De mayor será ciclista
Las constantes e innumerables patadas que me daba cuando vivía en mi tripa no eran de futbolista, como se suele decir. Después de nacer hemos comprobado que sus piernas no paran, están en un continuo pedaleo.
Nombre mediático, pero…
Como el 90% de los niños de este año, mi bebé se llama Martín (pero no Casillas). Hace unos años no era un nombre habitual y, un día, oyendo la radio en el trabajo, una colaboradora del programa («de toda la vida») volvía de su baja de maternidad y habló del nacimiento de su bebé. Se llamaba Martín. Me gustó mucho y, desde ese momento, supe que si algún día tenía un hijo se llamaría así. Bueno, también lo consulté con el papá, pero estaba casi decidido.
Iguales y, sin embargo…
Tan distintos. Como pasa siempre, el tema de los parecidos está más en la mirada del que ve que en el propio bebé. Pero, aunque es innegable que Martín se parece mucho a Emma, tienen muchas diferencias. Una de ellas promete ser el carácter (es lo que tienen los chicos). Lo que sí parece que compartirá con su hermana serán unos preciosos ojos inmensos
Por supuesto, hay mil cosas más que podría decir de él, pero…
Chulísimo el post, y el niño….como te dije, para comérselo…
A ver si el año que viene cuadramos agendas, y disfrutamos un poco del peque…
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Para comérselo de verdad Laura. A mi me tiene «loquita» ❤
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