Pensé que sería cosa de la inexperiencia, de padres primerizos… Pero ahora, con Martín en el cambiador, sigo poniéndome nerviosa a la hora de empezar a vestirle.
¿Cómo es posible?
Bebés a prueba de padres torpes
A pesar de tener comprobado que los bebés son de goma, resistentes a mamás y papás torpes, el momento de meter el body por la cabeza, encontrar su brazo, pasarlo por la manga y contar que sale una mano con cinco deditos… me sigue resultando estresante.
¡Si los bebés ya son bonitos por sí mismos!
Es por eso que evito esto en la medida de lo posible. Mientras siga siendo un bebé, y no ponga de su parte a la hora de vestirse, seré una mamá práctica (o cutre, según se mire) y le vestiré de la forma más sencilla posible, con pocas capas.
Además, pido que la ropa sea fácil de poner. Y, ¿qué es lo que hace que sea fácil? Pues los corchetes. ¡Y cuantos más mejor!
Los corchetes en la ropa del bebé
¿Cómo es posible? Si en el cajón tenemos 20 bodies, los 20 tienen los corchetes en diferentes lugares. Esto me evidencia que aún no hemos llegado a decidir cuántos son suficientes corchetes. Ni siquiera, dónde es el mejor sitio para ponerlos.
Esto pasa también con los pijamas, con las camisetas, jerseys…. Todo lo que haya que pasar por sus inestables cabecitas debería estar abierto hasta el infinito, luego ya cerraré corchetes yo.
Vale, supongo que la estética también tendrá algo que decir al respecto. Y no seré yo la que quiera que su ropita sea fea, o parezca pasada por una taladradora de tanto metal corcheteado… ¡Sólo pido espacio!
Así que, como mamá torpe donde las haya, os dejo un consejo:
Comprad ropa con muchos corchetes o, en su defecto, de una talla más, que holgadita pasa mejor.
Así no os sentiréis los peores padres del mundo cuando alguien murmura mientras os ve cambiando de ropa vuestros bebés… Me ha pasado…
Manzanas de ciudad 