¿Cuánto falta? ¿Mes y medio? En breve tenemos la Navidad encima.
¿Habéis empezado a planear qué vais a comprar? ¿A quién tenéis que regalar? ¿Cuánto os vais a gastar? ¿Qué queréis pedir?
Hoy vengo con intención de reflexionar en voz alta, y poner un poco de cordura a esta época que se avecina (a mi la primera).
El mundo de los regalos es algo complejo. Hay gente para todos los gustos: a quien le encanta regalar, quien se muere porque le regalen algo, quien prefiere que no le compren nada, quien pasa de todo, quien cambia absolutamente todos los regalos que recibe,… conozco personas para todos los gustos.
Yo no sabría clasificarme. Reconozco que me gusta comprar cuando encuentro algo con lo que estoy segura que voy a acertar, y me pongo nerviosa si tengo que esperar hasta una fecha concreta para poder darlo.
Del mismo modo, confieso que soy un poco ¿exigente? y me desilusiona recibir un regalo que no me gusta mucho (aunque no lo diga).
Demasiados regalos
Últimamente me ha dado por pensar que los regalos se han banalizado. Regalamos mucho, de más. Y no digo que no haya que regalar, al contrario. Pero, muchas veces somos exagerados y encontramos cada día nuevas ocasiones en las que regalar.
Cuando hay niños pequeños en la familia, todos nos volvemos un poco locos. Sentimos que tenemos que comprarle todo, que disfrute de la magia de la Navidad. Pues bien, el año pasado, primeras navidades conscientes de Emma, puedo asegurar que al tercer regalo abierto ya se había aburrido.
No es necesario regalar siempre, ni a todo el mundo. En ocasiones, hacer un regalo es comprometer al receptor a regalarte algo en la próxima ocasión ¿suena raro este pensamiento?
Supongo que muchos no estarán de acuerdo conmigo pero me gustaría, este año, que el tema de los regalos fuera algo organizado.
Puede que suene frío, pero lo escribo con una intención puramente práctica. ¿De verdad es necesario tanto despilfarro?
Entonces ¿qué podemos hacer?
Regalos para los niños:
Los padres saben qué es lo que los niños pueden necesitar, qué es lo que desean, incluso qué es lo que «merecen». (Aunque no siempre coincida con lo que el niño diría). Preguntémosles.
Pero ¿Y qué pasa cuando no necesitan nada? Es cierto que regalar dinero no nos llena de ilusión. De hecho, no tiene sentido darle dinero a un niño, pero ¿y si los niños tienen su propia hucha / cuenta donde pueden ir ahorrando ese dinero? Con un niño siempre hay gastos y puede que, por ejemplo, dos meses después de Navidad, necesite algo más importante que el juguete que le íbamos a comprar. No todo son juguetes.
No sabía muy bien cómo justificar esta idea pero, precisamente ayer, nos ofrecieron un curso de inglés en la guardería. Es algo que llevo mirando mucho tiempo poruqe me parece fundamental. Pero suponía hacer largos desplazamientos… Y,ahora, nos los ponen en bandeja. Entonces, ¿no sería mejor disponer de unos ahorros con los que pagar esta educación en lugar de acabar comprando el cuarto carrito de la compra, o la décima muñeca,… con los que dejará de jugar al quinto día de tenerlo?
Para las Navidades, para los cumpleaños… Mejor un regalo que se desee a mil regalos que guardar. ¿Qué tal si nos ponemos de acuerdo?
De cara a los cumpleaños de los amiguitos del cole (por ejemplo), me ha parecido genial descubrir la nueva tendencia de, o bien acordar no regalar nada, o bien recaudar un dinero entre todos (poco, ¿5€?) y comprar un único regalo que sabemos que quiere (de nuevo los padres o amigos darán la clave). Así las madres se olvidan de tener que comprar regalos para todos los amiguitos de sus hijos, que acaba siendo un dineral, además de un dolor de cabeza.
Y en Navidad, con tanto bombardeo continuo de juguetes, los niños pueden enloquecer fácilmente. Recuerdo que yo fui una niña «me lo pido». Quería todo lo que veía y, de hecho, acaba teniendo muchas de esas cosas. Y luego ¿qué pasaba? Pues que no valoraba nada.
No creemos niños «me lo pido».
Regalos para los mayores:
Bueno, el caso es que en Navidad es momento de regalar. Y este año me he propuesto poner las cosas fáciles. Voy a crear mi «lista de los deseos» para ayudaros a acertar. ¿No sabéis que regalarme? Pues tenéis todas las cosas que me gustan en mi tablero «Los caprichitos de mamá».
Como me encanta usar Pinterest, esta es la forma que he elegido para ir almacenando mis deseos, pero también hay muchas tiendas online en las que te puedes crear tu propia Wishlist y compartirla con la gente que quieres.
Listas de boda, de nacimiento, de cumpleaños, todas me parecen grandes ideas para acertar con los regalos y no desperdiciar tiempo y dinero…
¿Así se acaba con la emoción? Yo creo que quien nos quiera sorprender es libre de hacerlo y seguro que, puesto que nos conoce como para atreverse, acertará pero, para el resto del mundo, que le cuesta elegir regalos, le facilitamos muchísimo el trabajo garantizándoles un acierto seguro.
También es importante saber que los regalos hechos a mano cuentan doble (al menos, así lo siento yo)
Ah, por cierto: Martín me ha dicho que se pide una lavadora nueva, que sabe que le está dando mucho trabajo y ya no puede más. Y, de paso, una secadora también. Emma, un ordenador de esos de manzanita para que su mami pueda trabajar mejor. ¿Son o no son unos cielos de hijos? Jejejejeje.
Venga, ya podéis salir a comprar que, con nosotros, vais a tener fácil acertar.
Y vosotros ¿tenéis ya vuestra lista de deseos preparada? Si os tengo que regalar, enseñádmela, por favor.
;0)
Un comentario sobre “Regalos, regalos, regalos, ¿demasiados regalos?”