Muchos os preguntáis qué pasa con Emma.
Desde hace tiempo ya no parece la protagonista de este blog. Cada vez hay menos fotos suyas. No se habla tanto de ella…
¿Es que ya no le quieres? ¡#@~~&$%€~##€~?!
Pregunta errónea. Jamás preguntes algo así a una mamá.
Emma, como si de una adolescente se tratase, está viviendo su primera edad del pavo.
¿Cómo? ¿Pensabais que sólo había una? Pues no, yo acabo de descubrir que, al menos, hay dos.
Sobre los dos años, nuestros bebés dejan de ser súper adorables. Sin motivo aparente, pasan a convertirse un pequeño monstruito.
Desde hace ya tiempo, Emma es irreverente, protestona, desobediente, escupe al suelo, patalea cuando se enfada… casi casi le falta saber insultar.
Cada día, Emma no se quiere despertar, no quiere desayunar, no se quiere vestir, no se quiere peinar, no quiere ir al cole,… y, hasta este momento ¡sólo son las 9 de la mañana! Luego queda la tarde, y tooooooooda la noche.
Si a esto sumamos su «no hay quien se la quite» lactancia, y un nuevo hermanito ¡S.O.S!
La rabia que frecuentemente se observa en los niños, como ya hemos mencionado anteriormente, se debe a reacciones saludables que cumplen una función. Vía Mama Nido | ¿Qué pasa a los dos años?.
Como mucha gente, mi primer paso para enfrentarme al problema es Internet. Ya sabía de la existencia de esta etapa por mis amigas pero, como toda madre, pensé que a mi no me tocaría…
Y, como siempre, todo llega. Que sean los terribles dos no implica que sea puntual. No significa que se levante el día de su segundo cumpleaños y ya sea ese pequeño ser que pondrá a prueba tus nervios cada día durante el próximo año. De hecho, he podido ver que también es conocida como la etapa de los threenagers en EEUU, por lo que (¡Oh Dios mío!) tampoco se acaba el día en que cumpla los tres.
Así que pre-adolescencia, etapa del No, terribles dos, threenagers,… buscando cualquiera de estos términos podréis descubrir, como yo, que no es una época fácil (ni para padres ni para hijos).
Es un paso fundamental para su crecimiento. Es la búsqueda de su autonomía. Y lo único que podremos hacer los padres, es llevarla con resignación.
Dicen que si sabes que existe,es más fácil que aprendas a sobrellevarla.
El uso del “no” es la manera de poner espacio entre sus padres y él y sentir que puede actuar de forma independiente. Vía La etapa del NO infantil. (lectura recomendada de Maternidad Continuum)
Las recomendaciones que he encontrado: paciencia, resignación, muchos mimos y juegos, darle opciones para que sienta que cuentas con su opinión,…
En casa probamos muchas de ellas. El día que encuentras algo que funciona, al día siguiente ya ha dejado de servir… Es un continuo tira y afloja, una negociación continua, y un morderse la lengua para no soltar alguna barbaridad.
¿Podemos controlarlo? No, claro que no, lo que podemos hacer es entender mejor a nuestros hijos y entrar en su mundo. Así quizás nos hagan un poco de caso. Veamos algunas pistas. Vía Cuatro pistas para lidiar con los terribles ‘dos años’ de tu hijo | yodona | EL MUNDO.
Aunque, de todo lo que he leído, lo único que me ha aliviado, de verdad, es saber que un día, de pronto, TERMINA.
Para no ser injusta, tengo que decir que, en el caso de Emma (imagino que en todos), también hay momentos, muchos, de felicidad, diversión, cariño, alegría… Momentos que te dejan respirar y te hacen adorarla. Lo que pasa es que, en esta etapa de bipolaridad, los malos momentos pesan y nos hacen quejarnos mucho más que adular los buenos.
Así que no os preocupéis por Emma. Sigue aquí con tanta fuerza como siempre. Aparece y desaparece del blog en función de «mis nervios». Pero ella ha sido, es y será siempre la pequeña manzana de mi corazón.
¿Alguien me invita a una tila mientras tanto?
;0)