A pesar de que, a día de hoy, la futura habitación del bebé, es nuestro «cajón desastre» (todo lo que no tiene un sitio definido acaba allí, y ya son muchas), alguna cosita ya va llegando.
Y aunque, aún no tengo demasiado claro cómo quiero que sea, hoy os voy a enseñar un par de compritas de las que espero estar muy orgullosa en el futuro:
#1 Eames Rocking Chair (de imitación)
La primera de ellas os la he enseñado hace poco enInstagram. Es una imitación de la mecedora Eames blanca. Hace mucho tiempo que me gusta este diseño (así como el resto de la colección). Así que siempre que llegaba alguna oferta de todas las páginas de decoración que sigo no podía evitar analizarla.
Pero no fue hasta hace muy poco tiempo cuando llegó el OFERTÓN. Y es que estoy encantada porque la he conseguido por 70€. Conseguida en la súper web de Mamuky.

Si todo ocurre como con Emma, son muchas las horas que se pasan en una mecedora (lactancia, noches complicadas,…) así que prepararé un cojín y a esperar que sea cómoda…
#2 Set de cuna y cambiador modelo Lucas (de Babyrus)
Y es que, en este caso, no hay posibilidad de heredarlo de Emma.
Si algo no me ha terminado de convencer de la habitación de Emma fue elegir la «cuna convertible». Nunca ha sido una cuna realmente, al menos una cuna práctica, así que es un buen motivo de echarle a ella la culpa de que Emma no haya dormido nunca bien…
Por tanto, si algo tenía claro es que esta vez íbamos a comprar una cuna de verdad.
Y, para no variar, seguimos en modo económico. Este pobre chiquitín va a pagar las consecuencias de ser el segundo (los gastos superfluos quedaron para los papás primerizos). En un catálogo de Toyrus encontré otro OFERTÓN: cuna y cambiador por 169€.
Por ese precio podría ser cualquier cosa. Sin embargo, fuimos a la tienda y me encantó: bonito, sencillo, práctico, ¡y muy estable!

Lo del cambiador también era un imprescindible en mi lista. Así que «dos pájaros de un tiro». Por cierto, lo hemos montado en casa y sigue siendo genial (ya sé que es muy pronto…). Sólo espero que al bebé le guste el día que tenga que usarla. Desde luego, a Emma sí le ha gustado. Mucho me temo que será la primera en estrenar la cuna (y es que los mayores siempre estrenan, y si no, que le pregunten a mi hermano).
Y como os decía, el resto está aún por pensar (muchas y muchas vueltas daremos, seguro). Pero eso, ya os iré contando.
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2 comentarios sobre “En el dormitorio del bebé (parte I)”