Como si de una larga resaca se tratase, este post llega con siete días de retraso…
Y es que cumplir dos años no es un acto sin importancia.

Cuando cumples los dos años debes despedirte de lo que queda de bebé en ti. Es duro, pero es lo que todos esperan. Y si, como en el caso de Emma, te ponen el próximo reto de convertirte en hermana, y prima, mayor en muy poco tiempo…
Uff, pues toca coger aire, respirar profundo, y disfrutar de tu día como una «enana», que para eso aún eres la pequeña.
El espíritu de la orquesta se apoderó de Emma y no dejó de sorprendernos.
Todo un acontecimiento que duró varios días. Primero con la familia, luego con los amigos…
Y ahora sólo queda esperar, que todo el año 2, sea tan maravilloso como el 1.
¡Feliz cumpleaños Emma!
P.D. Por cierto, ¿queréis saber cómo convertir un bizcocho redondo en una «mariposa» en dos pasos?

A mi me quedó algo así:

¡Feliz año 2 para tod@s!
;0)