Las pasadas Navidades, los Reyes le regalaron a Jorge un pequeño limonero, para que así pudiese preparar los sorbetes totalmente caseros.
Durante todo el año, el limonero ha ido creciendo, despacito, pero para arriba. De hecho, ya asoman unos cuantos limones.
Pero claro, una cosa es crecer con el buen tiempo, y otra es el frío que se supone que llega a partir de mañana (bueno supongo que ahora es de verdad, porque hace un mes también avisé de que llegaba).
Así que, para que no pasen mucho frío, hace unos días que le hemos preparado un invernadero súper profesional.
Me río yo de las herramientas y materiales de Christian de Bricomanía. Para manitas Tomás, que siempre tiene de todo, y si no lo tiene, se lo inventa.
Y es que, con unas varillas, tubo de regar y plástico (y mi inestimable ayuda, jeje) ha construido esta súper Casa de los Limones:

Y qué calorcito hace allí dentro.
Así que limones, ya no hay excusas, que tenéis micro clima andaluz para poneros bien grandes y amarillitos.

Esto ya promete, ¿verdad? Ya veremos qué tal queda ese sorbete.
;0)