Mañana no nos puede pillar de sorpresa.
Que bajan las temperaturas está más que avisado. Se acabaron las mañanas en las que no tienes claro si será mejor ponerse una bufanda o las chanclas… ¡Llega el Invierno!

Por eso mismo, hoy ha sido el día perfecto para ponerse al día con el armario. Ha tocado «cambio de temporada».
Y, como cada 6 meses, la desesperación:
¡No tengo nada!
Vale, eso no es del todo cierto, claro que tengo, pero nada que me guste o sirva. Eso sí, esta vez tengo motivos: Hace dos inviernos, embarazada. El pasado, recuperando el tipo y ahorrando en ropa. Así que, es verdad, este año no me vale nada. Por lo tanto, habrá que ir de compras y volver a «llenar el armario».
Pero lo que quiero contar, lo que aprendo cada temporada, y luego nunca me acuerdo de aplicar, es lo siguiente:
Guarda la ropa limpia, con alguna bolsita «de olor», pero no te mates a planchar.
Por mucho que te esmeres, cuando la saques va a estar arrugada.
Ordénala por categorías, e identifica las cajas/bolsas.
Los cambios de estación suelen ser progresivos, y da menos pereza buscar las «rebecas» para los primeros calores, si están bien identificadas y no mezcladas con los bañadores.
Nunca tires nada al final de la temporada.
Déjalo siempre para el inicio de la siguiente: Aunque creas que ya no te lo vas a poner más, espera. Si no has tenido tiempo, y en las rebajas conseguiste huir de la sección «nueva temporada» puede que vuelva la primavera y no tengas lo que necesitas.
No acumules.
Como salvedad a lo anterior, retira esa camisa que lleva 5 años colgada en tu armario y que, año tras año, vuelves a guardar intacta. Por mucho que la moda sea pasajera, y los gustos se renuevan, no te engañes, ya le has cogido manía y no te la vas a poner.
Revisa lo que retiras.
Y por último, toda esa ropa que retiras, recíclala (si eres mañoso puedes darle una nueva vida) o dónala (siempre que esté en condiciones) que siempre habrá alguien a quien le venga bien.
Ahora, admirad el resultado:

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Un comentario sobre “Cambio de temporada”